En cuanto llegas y ves las villas sobre la colina al final del camino enmarcado por las plantas de Cabernet, te das cuenta que valió la pena el camino de terracería. Desde la terraza del cuarto se ve el viñedo y desde la piscina se ven las decenas de bultitos verde con fucsia que le dan nombre a este proyecto familiar: Flor de Cera.