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Lugares en el Valle a los que siempre querrás regresar

Texto: Olivia AP | Fotografía: Rodrigo Cardoza + Carla Tirado

-Te la pasas en el valle ¿A dónde me recomiendas ir?, ¿Cuáles son tus lugares favoritos?- Preguntas que me hacen constantemente difíciles de contestar.

Son tantas opciones que probablemente lo que me gusta a mí no es precisamente lo que estás buscando. Todo depende del plan que tengas: si vas en familia, entre amigas, en pareja, para festejar…  Quizá el plan lo determina el tipo de lugar que quieres visitar: el destino novedoso del que todos están hablando, el clásico que nunca falla, el casual, el especial, el secreto mejor guardado. Hasta la temporada o el día de la semana que elijas influye. Las opciones son casi in-fi-ni-tas.

Para el equipo de La Ruta estos son algunos de los sitios que mejor representan al Valle de Guadalupe y que merecen la pena conocerse. Seguramente, como nosotros,  ya que los visites querrás volver.

CLOS DE TRES CANTOS

Este lugar no deja de sorprender, ni la primera vez ni las siguientes. Desde que bajas de la carretera y entras al camino de tierra, puedes ver como en el cerro se van descubriendo sus pirámides entre los viñedos.

Ya en la plaza central te rodean siete estructuras poliédricas que solo te dejan ver una pequeña parte de lo que este proyecto esconde en su interior.  Todo hecho de materiales reciclados: piedra de laja, botellas, madera y metal. Aquí te dan la bienvenida y te dirigen al área de degustaciones donde puedes escoger sentarte en alguna de las mesas que están a la orilla del cerro con vista a los viñedos enmarcados por el chaparral nativo.

Tal vez te encuentres a Maria y Joaquin, propietarios de esta vinícola, tomando una copa con algún visitante, transmitiendo su amor por la filosofía, la cultura, el medio ambiente y sobre todo, por el vino. Forman una pareja que llegó al valle desde la CDMX  a algún festejo de vendimia, se enamoraron del lugar y en 2014 decidieron construir aquí su proyecto de vida.

Si tienes suerte quizá te toque esa ventana de tiempo entre vendimias cuando se puede hacer el tour por el interior de su cava. Una experiencia arquitectónica única. Al entrar a su bodega subterránea descubres que las pirámides de la superficie están conectadas entre sí por medio de pizarrones que se convierten en puertas. Estos accesos giratorios unen las salas donde se llevan a cabo los diferentes procesos de vinificación: está la bodega de los vinos embotellados, seguida del cuarto de los tanques de fermentación y finalmente la Cava Monasterio que es donde descansan las barricas que guardan sus preciados caldos. Todas con enormes rocas de granito que forman parte tanto del cerro como del diseño arquitectónico.  La luz juega un papel importante en este recorrido bajo tierra: a través de tragaluces, ventanas y entramados de botellas los rayos del sol se cuelan para iluminar de forma natural y colorear las galerías del subsuelo en tonos verdes y amarillos.

Sin embargo, el encanto principal de esta vinícola son sus exquisitos vinos. Libres de químicos y con nombres que, según Maria, evocan las emociones que sintieron al crearlos: Resiliencia, Nada, Hoja en Blanco, Clos de Noir, Cuarzo Rosa, Noesis y Rosa del Desierto. Nombres que cobrarán sentido una vez que leas las etiquetas que ella misma diseñó.

Clos de Tres Cantos es un proyecto comprometido con la naturaleza y la comunidad que los rodea. Es el legado que Maria y Joaquin quieren dejar para futuras generaciones. 

Visitas sólo con reservación al 646 977 5551
Abierto de Miércoles a Domingo de 10 am a 5 pm


BODEGAS MAGONI

La primera vez que llegué aquí sentí que entraba a un lugar serio o solemne. A primera vista su sala de degustación me pareció más bien una tienda de vinos. Estaba equivocada. Una vez que nos empezaron a platicar la historia del sitio y nos llevaron a hacer la degustación bajo su encino centenario, mi perspectiva cambió completamente.

Casa Magoni es una vinícola con gran trayectoria a nivel regional y nacional. Los Magoni tienen más de 15 años haciendo vino bajo el mando del respetado enólogo Camillo Magoni. El vínculo de esta familia con la tierra y el gusto por hacer vino se remonta a principios del siglo pasado, en el viejo continente. El nonno Gabriel, padre del enólogo Camillo, heredó de Pietro, su papá, un viñedo en Morbegno, un pueblo al norte de Italia. Ahora la familia Magoni ya tiene más de 50 años trabajando en tierras mexicanas, principalmente en el valle de Guadalupe y sus valles vecinos. Camillo producía vinos propios para familiares y amigos cercanos y hace apenas ocho años, en 2013, empezó a comercializar sus vinos  junto a una variedad de aceites de olivo de gran calidad.

Visitar esta bodega no solo es probar la historia del vino y de la región a través de sus caldos. También es conocer la manera en que influyen las bondades de la naturaleza y la comunidad en su elaboración: el sol, la tierra, la madera, el agua, la fruta, la familia, la cultura y las manos que la trabajan. Cuidar y respetar todos estos elementos dan como resultado vinos que vale la pena probar y compartir con los seres más queridos.

Ven a conocer sus distintas líneas de etiquetas: Casa Magoni, accesible para todos los bolsillos; los clones monovarietales Magoni Reserva y Magoni Experimental, elaborados con cepas poco usadas en nuestra región, como Verdhelo o Periquita de Portugal; Olio Magoni que reúne los aceites de olivo de la bodega, prensados en frío a partir de aceitunas clásicas de la región como Misión y Manzanilla; y  Balsámico Magoni, el característico vinagre que se produce respetando el método tradicional y los tiempos de maduración históricos (12 años mínimo).

Aunque ya los hayas visitado seguro quieres regresar. Ya sea porque sus vinos se saborean mejor a la sombra del encino o por el amigable servicio que aquí te ofrecen. Mónica Magoni, Laura, Juan o quien sea que te reciba, son todos prácticamente parte de la familia y te contagiaran su gusto por los buenos vinos y sobre todo el cariño a la tierra, comunidad y tradiciones.

Reservaciones sugeridas al 646 187 0483
Abierto todos los días de 11 am a 5 pm


CAVA LAUREL

Esta pequeña cava familiar, rodeada de pinos y montañas, se halla al fondo de San Antonio de las Minas. Si algo la caracteriza es la entrega de Raymundo en la elaboración de sus productos. Aquí no solo se procesan excelentes vinos, también puedes encontrar una selección muy particular de cervezas de crianza, además de la buena comida de su nueva cocina abierta a cargo del chef Rolando, un cocinero devoto de la caja china y el horno de leña.

Si lo que buscas es una experiencia completa y casual, sin el bullicio de los que solo van al valle por la foto, este es el lugar ideal.  Es como llegar al rancho de un amigo, pero un amigo que siempre tiene una muy buena selección de vino, comida y cerveza. Todo en un mismo lugar.

Alrededor de la cava hay varios spots para que te acomodes y disfrutes de una tarde sibarita, íntima y acogedora.  En la terraza, prácticamente dentro del jardín,  se encuentra una mesa grande, ideal para cuando los visites con un grupo de amigos. Desde la explanada, donde también tienen un escenario para pequeños conciertos y eventos privados, puedes ver todo lo que pasa en la cocina. Ahora que si vas en pareja puedes hallar en el área superior espacios más privados. Todo rodeado de jardines, con vista a su pequeño viñedo y con acceso a la brisa fresca que sopla al pie de las montañas del valle.

Te recomendamos iniciar la tarde en la barra, dentro de la sala de degustación. Ahí Raymundo te platicará todo sobre su proyecto contagiándote su entusiasmo por los buenos vinos y las cervezas de especialidad. Seguro te cuenta de sus botellas favoritas o te invita a probar las cervezas de barril que “acaba de conectar”, mientras te platica cómo las hizo y qué es eso que las hace tan especiales.

Cuando ya te instales en la mesa de tu elección de la terraza, explanada o jardín, déjate consentir por los platillos de Rolando. El ceviche o la cazuelita de mariscos van perfecto con el Moscatel o la Brut IPA, super refrescantes para este calorcito de verano. Si planeas ir en bola, te sugiero que hables con antelación para ver lo que pueden preparar especialmente para tu grupo. ¿A poco no se te antoja un lechoncito a la caja china?.

Hay muchas cosas que hacen de este un destino especial. Principalmente que tiene todo en un solo lugar: vino, comida y cerveza. La atmósfera acogedora de sus jardines también juega un rol importante. Pero su servicio cordial, ese que te hace sentir en familia, en combinación con todo lo anterior hará que te quedes con ganas de regresar.

Reservación sugerida al 646 947 8655
Degustaciones: Viernes a Domingo de 11 am a 7 pm
Cocina: Sábado y Domingo de 1 pm a 7 pm


Después de reflexionar sobre los lugares que normalmente recomendamos o frecuentamos del Valle de Guadalupe, identifiqué varias coincidencias: 1. Por lo regular son proyectos familiares o entre amigos que iniciaron en pequeño. 2. Seguramente los propietarios andan por ahí conviviendo con los visitantes o trabajando en alguno de los servicios que ofrecen. 3. Su personal te cuenta historias: te platica del proyecto como si fuera suyo, ya sea porque son parte del equipo desde el inicio o por que realmente les gusta. Pero sobre todo: 4. Son proyectos que tienen un cariño genuino por el valle, respetan su vocación vinícola, la naturaleza que los rodea y a su comunidad. 

No dudes que en estos lugares tendrás una experiencia honesta sobre lo que es el valle y su cultura, además del trip eno-gastronómico, también conocerás su propuesta respetuosa con el entorno comunitario y ambiental.  Así que te invitamos a que los visites y nos compartas en los comentarios cuáles son tus lugares favoritos y si te quedaste con ganas, o no, de regresar. 


 

Experiencia por Olivia AP
Fotos por Rodrigo Cardoza de @comerahora + Carla Tirado @dondeandascarla

 

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