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XXIII Festival de las Conchas y el Vino Nuevo

El pasado 23 de abril se llevó a cabo la edición XXIII del Festival de las Conchas y el Vino Nuevo, uno de los eventos de PROVINO más esperados del año que une las tres cosas más representativas de Ensenada: vitivinicultura, acuicultura y gastronomía. Este evento es, sin duda, unión de talento, habilidades y experiencia que tiene como resultado un gran maridaje de vinos y conchas.

Básicamente solo hay dos reglas: unos llevan sus vinos más nuevos y otros llevan las conchas más frescas. ¿Qué mejor mancuerna que reunir las cosas que más frío necesitan para llegar a su máxima expresión? Por un lado, alguien pone la uva y otros hacen vino; por el otro, alguien pone las conchas y otros las cocinan.  Participaron 82 vinícolas con alrededor de +160 etiquetas y tuvimos la oportunidad de degustar sus nuevas añadas. Entre vinos blancos, rosados y tintos jóvenes, encontramos varias nuevas propuestas de pét-nats y vinos naranjas que cada vez se suman más a la selección de muchos productores locales.

La magia que tienen los vinos de la baja es que pueden tener uva del mismo proveedor, mismas variedades e incluso mismo productor (en algunos casos), pero cada quien tendrá su interpretación del producto. Con las conchas, un ¨simple¨ ostión fresco sabe diferente de un chef a otro, la magia de sus salsas y el conocimiento de su producto hace que cada concha tenga una propuesta diferente. Con  los vinos, quien conoce su valle une eso con sus herramientas y habilidades, y así logra mejorar año con año y tener vinos más correctos, con menos intervención y con aromas más expresivos.

Mi top 3 de vinos se lo llevan en esta ocasión los vinos blancos: Erick Plata con Alpaca (vino en lata de sauvignon blanc con chardonnay), Lechuza con su Sauv Blanc  y Monte Xanic con SB. Los 3 vinos con excelente aroma fresco que se reafirma en boca, buena acidez, buen sabor de boca, vinos secos bien ejecutados. Y el pilón: Fer Parra con su pét-nat, bravísima su propuesta enológica. En la parte gastronómica es igual de difícil elegir favoritos, pero… los ostiones de Deckmans que te daban en la mano recién abiertos con una gran variedad de mignonettes a elegir, el sope de Lunario de mejillón con pepino persa, la tostada de chorizo de borrego con  almeja de Once Pueblos, y el pilón de AUPA con su tostada de mejillón en escabeche. Todo 100/10.

Este festival es la mejor experiencia que se puede tener de maridaje en Ensenada. Si lo vives intensamente puedes experimentar diferentes colores, aromas, texturas y sabores de un expositor a otro y quedarte con las ganas de regresar un año más. ¡Nos vemos en la “Fiesta de los viñedos en flor” este 9 y 10 de junio!

 

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